13 agosto, 2010

Mujeres que hicieron historia X: MARÍA

Madre de Jesús. Los evangelios sólo aportan, respecto a María, los datos fundamentales y algunas anécdotas. Consta que antes y después del nacimiento de Jesús vivió en Nazaret, pequeña ciudad de Galilea y que, según la ley, estuvo casada con José, artesano, de la familia de David. María acompañó a Jesús durante su ministerio de un lugar a otro, junto con las mujeres que le acompañaron desde Galilea y los "cuatro hermanos de Jesús": Santiago, José, Simón y Judas, hijos de María y Cleofás.

Tanto María como los cuatro hermanos fueron rodeados de una atmósfera de veneración que siguió en aumento, puesto que María cumplía de modo convincente las condiciones propias de los ciudadanos del reino. Como ejemplo del recuerdo que los primeros discípulos conservaban de María se encuentran las palabras que se colocan en boca de Isabel: "Bienaventurada tú que has creído" (Lc. 1,45). Tiene también un recuerdo vivo la frase de Lucas: "María conservaba todos esos recuerdos, meditándolos en su corazón" (Lc. 2, 19).

María estuvo al pie de la cruz y fue testigo de la resurrección. Su mención en el cenáculo (Act. 1,14) junto con los doce apóstoles, las demás mujeres y los "hermanos de Jesús", es el inicio de una presencia viva y constante en el seno de la iglesia primitiva. La comunidad de Jerusalén honró también a María como "Madre del Señor", título con el que hacían participar a María de la gloria de Jesús e iniciaban con ello el proceso de reflexión teológica en torno a lo que ha venido a llamarse "las glorias de María".

Desde el punto de vista de la fe cristiana, la figura de María tiene una relevancia singular, creciente a lo largo de los siglos. Por lo que se refiere al Antiguo Testamento, la tradición ha señalado numerosos textos en los que se encuentran anuncios proféticos sobre María. Un pasaje que ha tenido suma trascendencia es la profecía del Emmanuel (Is. 7,14). En ella Isaías anuncia como signo divino el alumbramiento por parte de una doncella (hebrero almah y griego parthénos), en el que la iglesia ve el anuncio de la Madre del Mesías y de su virginidad.

En el Nuevo Testamento, las narraciones de la infancia de los Evangelios de San Mateo y San Lucas recogen las enseñanzas acerca de la concepción virginal y el nacimiento de Jesús, transmitidas en la primitiva comunidad cristiana. Narra San Mateo que María concibe virginalmente al Mesías cumpliéndose así la profecía del Emmanuel. "Habiendo concebido por obra del Espíritu Santo, da a luz (continúa diciendo el envangelista) a un hijo a quien se pone por nombre Jesús, Salvador " (Mt. 1, 20-25).

En San Lucas la concepción virginal y la maternidad mesiánica y divina de María se describen en el marco narrativo de la Anunciación como obra del Espíritu Santo (Lc, 1, 26-35). Lucas presenta a la Virgen como figura central del evangelio de la infancia, unida, por tanto, al nacimiento de Cristo; y vuelve a subrayar su presencia en los hechos de los apóstoles al narrar la vida naciente de la iglesia. San Juan describe su presencia en Caná, interviniendo activamente en el primero de los milagros realizados por Cristo, y al pie de la cruz.

Algunos autores cristianos reflexionaron sobre la significación de María en el conjunto del misterio de la salvación y en su relación con Cristo, su hijo. Así, San Ignacio de Antioquía (siglo II) indagó en el misterio de Jesús nacido de María, mientras que San Justino defendió la concepción virginal de María y San Ireneo propuso un paralelismo entre las figuras de Eva-María y Adán-Cristo.

También a mediados del siglo II aparecieron unos textos apócrifos como el Protoevangelio de Santiago donde se contaba la vida de María, desde la de sus padres Joaquín y Ana hasta después del nacimiento de Jesús. En otros textos (Transitus) se explicaba la muerte de María y su asunción en cuerpo y alma a los cielos.

Desde los siglos IV-V se consideró a María como el modelo perfecto de fe y santidad a imitar por las vírgenes cristianas, según la doctrina elaborada por los grandes doctores de la Iglesia (Atanasio, Jerónimo, Ambrosio, Agustín). En 431, el Concilio de Éfeso reconoció a María como Madre de Dios, confirmando así la creencia de muchos fieles que ya desde mucho antes intercedían ante ella.

Para los Padres de la Iglesia era un tema de discusión la perpetua virginidad de María y su santidad personal. Progresivamente llegó a imponerse la idea de una virginidad "antes del parto, en el parto y después del parto" y de una total exención de pecado. La perpetua virginidad quedó definida en el concilio de Letrán (649 a.C.) y en la epístola dogmática del papa Agatón (680 a.C.). El concilio de Trento, por su parte, sancionó (1547) su total exención del pecado.

Después de siglos de discusión entre las escuelas, la Iglesia fue llegando a la conclusión de que María había sido redimida en atención a los méritos de Cristo, pero que, desde el primer instante de su ser se había visto libre de la mancha original. Éste es el dogma de la Inmaculada Concepción definido por Pío IX en 1845. En la bula Munificentissimus Deus, Pio XII definió en 1950 el dogma de la Asunción o glorificación de María, es decir, fue asumida en cuerpo y alma al cielo después de su muerte sin conocer la corrupción del sepulcro.

Mujeres que hicieron historia IX: MAGDALENA CARMEN FRIDA KAHLO CALDERÓN


Frida Kahlo en Coyoacán, México, el 6 de Julio de 1907. Frida era una de las cuatro hijas de un padre judío-húngaro y una madre de ascendencia indígena-mexicana. Originalmente no planeaba el convertirse en una artista. Una superviviente de polio, empezó un programa de pre-medicina en la ciudad de México. A la edad de 18, sufrió graves heridas en un accidente de autobús. Paso alrededor de un año en la cama, recuperándose de roturas en su columna vertebral, hombros y costillas, una pelvis astillada y danos en el pie. Sufrió más de 30 operaciones a lo largo de su vida y durante su convalecencia empezó a pintar. Sus pinturas, principalmente autorretratos y naturalezas muertas, eran deliberadamente ingenuas y llenas de colores y formas inspiradas en arte folklórico mexicano. Cuando tenía 22 años, se casó con el muralista mexicano Diego Rivera, 20 años mayor que ella. Esta relación tormentosa y apasionada sobrevivió infidelidades, la presión de sus carreras, el divorcio, una segunda boda, los asuntos amorosos lésbicos de Frida, su mala salud y su incapacidad de tener niños. Frida una vez dijo: "Sufrí dos graves accidentes en mi vida….Uno en el cual un tranvía me arrolló y el segundo fue Diego". El accidente de tranvía la dejó invalida físicamente y Rivera la dejó invalida emocionalmente.


Durante su vida, Frida creó unas 200 pinturas, dibujos y esbozos relacionados con las experiencias de su vida, dolor físico y emocional y su turbulenta relación con Diego. Ella pintó 143 pinturas, 55 de las cuales son autorretratos. Cuando le preguntaban porque pintaba tantos autorretratos, Frida contestaba: "Porque estoy sola tan a menudo, porque soy la persona que conozco mejor".

En 1953, cuando Frida exhibió en solitario por primera vez en México (la única que celebró en su país natal durante toda su vida), un crítico local escribió:

"es imposible el separar la vida y el trabajo de esta persona extraordinaria. Sus cuadros son su biografía".

Esta observación sirve para explicar porque su trabajo es diferente del de sus contemporáneos. Cuando se inauguró su exposición, la salud de Frida era tan mala que su medico le dio que no se levantara de la cama. Frida insistió en asistir a la inauguración y, en el puro estilo de Frida, así lo hizo. Llego en una ambulancia y su cama en la parte trasera de un camión. La colocaron en su cama y cuatro hombres la cargaron y llevaron hacia los huéspedes que esperaban.

Ambos, Frida y Diego eran muy activos en el Partido Comunista en México. A principios de Julio de 1954, Frida hizo su ultima aparición pública, cuando participó en una manifestación comunista. Poco después, el 13 de Julio de 1954, a la edad de 47 años, Frida falleció.

Una vez, cuando le preguntaron sus disposiciones funerarias, Frida replicó: "Quemar mi cuerpo…No quiero ser enterrada. He pasado mucho tiempo acostada. ¡Simplemente quemarlo!"

El día después de su muerte, amigos y familiares se concentraron en el crematorio para asistir a la cremación de la artista más grande y más original de México. A punto de convertirse en un icono internacional, Frida supo como dar a sus fans un último adiós inolvidable. Mientras el llanto de sus admiradores llenaba la habitación, un súbito golpe de calor viniendo de las puertas abiertas del incinerador, causaron que su cuerpo se sentara. Su pelo, ahora en llamas, resplandecía alrededor de su cabeza como un halo. Los labios de Frida parecieron esbozar una seductora sonrisa mientras las puertas se cerraban. La ultima entrada de su diario reza :"Espero alegre la salida y espero no volver jamás - Frida ".

Sus cenizas fueron colocadas en una urna pre-columbina, la cual se exhibe en la Casa Azul que compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera regaló la casa al gobierno mexicano para que se convirtiera en un museo. Diego Rivera murió en 1957. El 12 de Julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el Museo Frida Kahlo.

Frida ha sido descrita como "...una de las grandes divas de la historia...una bebedora de tequila, fumadora y narradora de chistes subidos de tono, bisexual que cojeaba por su barrio bohemio vestida com fastuosos vestidos indígenas y daba festivas cenas para gente como Leon Trotsky, el poeta Pablo Neruda, Nelson Rockefeller y su marido intermitente, el muralista Diego Rivera. " Hoy, más de medio siglo después de su muerte, se paga más dinero por sus cuadros que por los de cualquier otra artista femenina. Una visita al Museo Frida Kahlo es dar un paso atrás en el tiempo. Todos sus efectos personales se muestran por toda la casa y todo parece estar tal y como ella lo dejó Uno tiene la sensación de que ella todavia vive allá y ha salido brevemente para permitirte el visitar su santuario privado. Ella ahora ya se ha ido, pero su legado vivirá para siempre...

Mujeres que hicieron historia VIII: AGNES GONXHA BOJAXHIU

(Madre Teresa de Calcuta; Skopje, actual Macedonia, 1910 - Calcuta, 1997) Religiosa albanesa, nacionalizada india. Nacida en el seno de una familia católica albanesa, la profunda religiosidad de su madre despertó en ella su vocación de misionera a los doce años. Siendo aún una niña, ingresó en la Congregación Mariana de las Hijas de María, donde inició su actividad de asistencia a los más necesitados.

A los dieciocho años abandonó para siempre su ciudad natal y viajó hasta Dublín para profesar en la Congregación de Nuestra Señora de Loreto. Como quería ser misionera en la India, embarcó hacia Bengala, donde cursó estudios de magisterio y eligió el nombre de Teresa para profesar. Ejerció como maestra en la St. Mary's High School de Calcuta hasta 1948, año en que obtuvo la autorización de Roma para dedicarse al apostolado en favor de los pobres.

En 1950 la Madre Teresa de Calcuta fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad, aprobada en 1965 por Pablo VI. Las integrantes de esta congregación, que debían sumar a los votos tradicionales el de la dedicación a los «más pobres de entre los pobres», lograron una rápida implantación en la India y en otros casi cien países del mundo; por su parte, la fundadora se movilizó contra el aborto y la eutanasia, en consonancia con la doctrina pontificia de Juan Pablo II.

En 1972 la Madre Teresa de Calcuta recibió el Premio de la Fundación Kennedy, y en 1979, el Premio Nobel de la Paz, cuya dotación económica donó a los pobres.

En 1986 recibió la visita de Juan Pablo II en la Nirmal Hidray o Casa del Corazón Puro, fundada por ella y más conocida en Calcuta como la Casa del Moribundo.

Tras superar numerosos quebrantos de salud, falleció el 5 de septiembre de 1997 víctima de un paro cardíaco. Miles de personas de todo el mundo se congregaron en la India para despedir a la Santa de las Cloacas.

Fue beatificada en 2003 por Juan Pablo II.

Mujeres que hicieron historia VII: JUANA DE ARCO


(Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Nacida en el seno de una familia campesina acomodada, la infancia de Juana de Arco transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés, y que provocó la ocupación de buena parte del norte de Francia por las tropas inglesas y borgoñonas.

A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa. Unos años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país.

En 1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a las tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada. A los pocos meses, el asedio de Orleans por los ingleses agravó la delicada situación francesa y obligó al delfín a refugiarse en Chinon, localidad a la que acudió Juana, con una escolta facilitada por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos acerca del carácter de su misión.

Éste, no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió al fin a confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres, con el que Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims y permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).

Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429, y luego en el asedio de Compiègne, donde fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.

Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería, con el argumento de que las voces que le hablaban procedían del diablo, con lo cual se pretendía presentar a Carlos VII como seguidor de una bruja para desprestigiarlo. Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería; pese a que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte inicial por la de cadena perpetua.

Días más tarde, sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán. Durante unos años, corrió el rumor de que no había muerto quemada en la hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para casarse posteriormente con Roberto des Armoises. En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.